domingo, 10 de agosto de 2014

Origen


Hekate (Hecate es la trasncripción del Latin, mientras que Hekate es la transcripción del Griego) es la Diosa de la magia, la hechicería, la noche, la Luna, los fantasmas y la necromancia. 

Su origen está rodeado de misterio y es difícil establecer a ciencia cierta su procedencia. De hecho, existen tres posibilidades. 

Por un lado, Hekate es identificada como una Diosa ctónica preolímpica, hija de Perses y Asteria quién fue incluída por Zeus en recompensa por su ayuda durante la guerra con los Titanes (Titanomaquia).
En la Teogonía, Hesiodo relata:

“Hécate, a la que Zeus Crónida honró sobre todos y le procuró espléndidos regalos, la suerte de participar en la tierra y el mar estéril. Ella también obtuvo en lote la dignidad que confiere el estrellado cielo y es especialmente respetada por los dioses inmortales. [...] En nada la maltrató el Crónida ni tampoco le quitó nada de lo que recibió en suerte entre los primeros dioses, los Titanes; sino que sus atribuciones son las mismas que tuvo desde el principio”. (De aquí se entiende que Hekate era una Titanesa)

Otras fuentes, las menos frecuentes, apuntan a Hekate como hija de Zeus y Demeter, enviada por su padre a buscar a Perséfone  (Schol. ad Tleocrit. ii. 12). Otros sostienen que es la hija de Zeus y Pherarea o Hera (Tzetz. ad Lyc. 1175; Schol. ad Theocrit. ii. 36).

Existe la posibilidad de que Hekate en realidad sea una divinidad originaria de Tracia y que fuese incorporada al panteón Griego, lo cual explicaría las diversas opiniones sobre su origen y parentesco así como algunos aspectos de su culto. En dicha región, Hekate era realmente popular hacia el siglo 5 A.C como lo demuestra un fragmento de un poema escrito por el poeta griego Píndaro a mediados de dicho siglo:

“Era el primero de mes cuando esto sucedió, y la Graciosa Hekate, la Doncella de dorados pies, estaba así enviándonos un mensaje que ansiaba cumplimiento” 

(Nota: el primero de mes es una referencia a la Luna Nueva; la mención de los pies dorados se relaciona con las frecuentes descripciones de Hekate vistiendo sandalias de bronce, metal que paso a estar asociado a su culto por tal motivo).

Otras menciones de Hekate que se remontan aún más allá en el tiempo hasta el siglo 13 AC pueden encontrarse en las tabletas de la Edad de Bronce donde se la menciona junto a Demeter y Perséfone. (Linear B tablet Tn 316, “Hekate in Ancient Greek Religion”, Von Rudloff).

Existe también la hipótesis de que Hekate pudo haber provenido de Medio Oriente pues en algunas representaciones de esta Diosa  aparece acompañada de dos leones lo cual era típico en dicha región y nos recuerda las imágenes de Inanna, Astarte y Cybele. Imágenes de Hekate acompañada por leones han sido encontradas en frisos en su templo de Lagina, monedas y algunas referencias posteriores de “Los Oráculos Caldeos” y el “Papiro Mágico Griego” (Greek Magical Papyri que comúnmente aparece abreviado GMP).
Se puede agregar aquí como nota especial que hacia el siglo 5 AC, “Perses” traducido como “Destructor” también se utilizaba para hacer referencia a “Persa”, persona originaria de Persia. (Herodoto en su obra “Historias” explica que los Persas habían recibido su nombre de Perses, hijo de Perseo). Se podría llegar a interpretar como una posibilidad  que Perses, el padre de Hekate era considerado originario de Persia, Medio Oriente y que por lo tanto la Diosa tuviese sus raíces en aquella región.

Por último, un dato interesante con respecto al tipo de sacrificios que se le ofrecían refuerza la teoría de su origen extranjero. Era habitual ofrecerle a Hekate perros como ofrenda y dicha práctica sólo se encontraba en relación a dioses no pertenecientes al panteón griego en origen pero que habían sido incorporados al mismo. Los sacrificios comunes ofrecidos a las deidades griegas consistían en bovinos, cabras, ovejas y cerdos por lo que cualquier deidad que recibiera otro tipo de animal como sacrificio evidenciaba en esta forma su carácter foráneo. (“What is new about Greek sacrifice?”, Franz Graf).

Quizás con el tiempo se pueda dilucidar más claramente su origen, lo cierto es que mucha información  se ha perdido con el transcurrir de los siglos y sólo podemos intentar reconstruir la historia con las piezas que perduran hasta nuestros días. Quizás su historia sea uno más de los misterios que Ella posee.

Bibliografía:
“Teogonía”, Hesiodo.
“Hekate Liminal Rites”, Sorita d’Este & David Rankine.

Carolina Anmell

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