Algunas de las correspondencias que resultan útiles a la
hora de realizar ofrendas o diseñar rituales con la asistencia de Hekate son
las siguientes:
Animales:
corderas negras, jabalíes, toros, gallos, vacas, perros (especialmente negros),
peces, cabras, caballos, leones, ratones, salmón, turones, carneros,
serpientes, lobos.
Colores:
negro, blanco, rojo. Algunos autores incluyen el amarillo, verde y púrpura.
Minerales:
cobre, oro, bronce, zafiro, meteorito, magnetita.
Símbolos: llaves, dagas, Luna creciente, Luna
Nueva, caminos triples, cruces de caminos, tridente, antorchas, lámparas,
fuego, látigo.
Hierbas y árboles:
acónito, anís, manzanas, belladona, ajo, granos, hojas de roble,
cebolla, sauce, granadas, amapola, azafrán, tejo, ajenjo, laurel, ébano.
Es importante destacar que Hekate suele entrar en contacto
con las personas de su interés a través de estos símbolos. Muchas personas,
entre las que me incluyo, relatan experiencias de encontrar perros negros en su
camino de aspecto sobrenatural del tamaño de un gran danés, y otros sueñan con
ellos con frecuencia. Si este es el caso del lector, esto puede significar que
Hekate esta intentando ponerse en contacto.
Estas correspondencias pueden también ser fuente de
orientación a la hora de armar un altar a Hekate (tema que se trata con mayor
profundidad en otro artículo). Los colores nos indican el color de las velas y
telas que decidamos incluir, los símbolos que se le pueden adicionar y los
animales que le son sagrados pueden estar incluidos en pequeñas figuras o
imágenes de los mismos.
Con respecto a las hierbas, me explayaré un poco con
información más específica y algunas advertencias. Hekate era frecuentemente
asociada a las hierbas venenosas o aquellas utilizadas en ritos funerarios.
Circe y Medea, sus sacerdotisas eran especialmente conocidas por su talento en
la pharmakeia, la magia de las hierbas, drogas y venenos.
En la “Argonautica Orfica” se describe la composición del
jardín de Hekate (no es de extrañar que en algún punto de la relación con
Hekate, solicite la creación de un jardín en su honor):
“En los recesos más lejanos del recinto había una arboleda
sagrada, sombreada por árboles florecientes. Allí había varios laureles y
cornejos, altos plátanos. En medio de estos, la hierba estaba alfombrada con
plantas de baja estatura y poderosas raíces. EL famoso asfódelo, bellos
helechos “cabello de doncella”, juncos, galangal, delicadas verbenas, salvia,
erísimo, madreselvas púrpura, sanadoras cassidonias, floreciente albahaca,
mandrágora, además de ditanias, fragante azafrán, chamomilla, amapolas negras,
acónito y muchas otras hierbas nocivas crecían de la tierra.”
El acónito es una planta venenosa ya que contiene aconitina,
uno de los alcaloides más activos y tóxicos. El uso de esta planta es peligroso
y se conocen casos en los que el veneno hace efecto al contacto con la piel. Es
recomendable no incluirla en las prácticas a menos que se la sepa manejar
adecuadamente, no se aconseja incluirla en el jardín si se tiene animales en el
hogar ya que su ingesta puede ser letal. Se considera la planta más tóxica de
Europa.
EL ajo era habitualmente ofrendado a Hekate durante el
deipnon (La cena de Hekate) lo cual no es de extrañar ya que posee una antigua
reputación de proteger de los espíritus molestos.
La mandrágora era utilizada con finas curativos en la
antigüedad, hoy se la utilizada como especia de cocina si ha sido sometida a un
proceso de curación o como estupefaciente. Es una planta altamente tóxica para
animales domésticos por lo que se deben tomar las debidas precauciones.
El tejo es también una planta de alta toxicidad, tanto para
humanos como para animales por lo que se debe tener precaución en su manejo.
Nunca debe consumirse pues además de ser estupefaciente, una dosis aunque
pequeña puede ser letal.
La belladona es conocida como “la hierba de las brujas” por
su largo historial en el arte de la hechicería, además de numerosas propiedades
curativas, tiene un efecto narcótico. No se recomienda su uso ya que en una
dosis excesiva puede ser mortal. Sus bayas son tóxicas para animales domésticos
por lo que se recomienda precaución en su manejo.
Bibliografía: “Hekate. Keys to the Crossroads”. Sorita D’Este.
“Hekate: Her Sacred Fires”. Sorita D’Este.
“Hekate. Liminal Rites”. Sorita D’Este y David Rankine.
Carolina Amnell
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