En realidad puede decirse que hay dos formas de ponerse en
contacto con Hekate: o bien uno decide contactarla o Ella se hace presente en
nuestra vida por su propia cuenta (en mi caso, fue lo segundo). Puede aparecer
en un momento particular para prestar su guía y acompañamiento o bien puede
decidir establecer una relación de patronazgo con una persona.
La persona interesada en trabajar con Hekate debe tener en
cuenta ciertos aspectos, a saber:
Hekate no es una Diosa a la cual se pueda tomar a la ligera.
En realidad, ninguna Deidad debe ser tratada de esta manera pero en el caso de
Hekate, bueno, Ella no duda en mostrar su descontento de diversas maneras.
Antes de contactar voluntariamente a Hekate, primero es
recomendable conocerla a traves de la investigación y lectura. Para
relacionarse con Ella, hay que saber como hacerlo: que ofrendas son de su
agrado, conocer sus correspondencias, etc. No es una Deidad que aprecie la
improvisación y puede sentirse disgustada ante la ignorancia voluntaria (“ignorancia
voluntaria” es el término que utilizo para referirme a la falta de conocimiento
por ausencia de esfuerzo, es decir, por no tomarse la molestia de investigar o
leer lo que está a disposición del interesado).
Hay dos cuestiones a tener en cuenta en a la hora de
trabajar con Hekate: por un lado se requiere un alto grado de compromiso y por
otro, hay que ir despacio a veces.
Hekate es una Diosa capaz de transformar nuestra vida de
formas que ni siquiera imaginamos y es una compañera, maestra y protectora por
excelencia. Una vez establecido el vínculo con Ella, lo más posible es que sea
una relación para toda la vida. Pero hay que tener en cuenta que Hekate aspira
a la excelencia y puede formularnos diversas demandas. Dentro de las demandas
habituales (esto parte de mi experiencia y de la de otros) se hayan la
construcción de un altar exclusivo para Ella, un perfil de estudiante y
practicante serio, observancia de sus celebraciones y ofrendas regulares,
disciplina en la vida mágica y diaria, fuerza de voluntad (lo que puede incluir
dominar y dejar alguna forma de adicción
que se tenga; por ejemplo en mi caso me impuso dejar de fumar algo que era
realmente difícil para mí para demostrar hasta que punto estaba yo dispuesta a
esforzarme y testear mi nivel de compromiso), observar algún día de ayuno, etc.
Muchas personas reportan que Hekate les ha encomendado obras artísticas en su
honor como pinturas, canciones, poesía, libros o sitios web dedicados a la
difusión de sus misterios (de hecho este sitio obedece a una de sus
peticiones). Entiendase lo siguiente: Hekate bendicie y protege a los que
considera merecedores de su atención y a cambio pide ofrendas de diverso tipo,
entre ellas que se le dedique tiempo y energía y que demostremos que realmente
queremos lo que pedimos a través de nuestra voluntad. Jamás Hekate pide algo
inmoral, no ético ni que nos ponga en riesgo físico o emocional, tampoco
demanda cosas imposibles. Es decir, si realmente queremos que nos asista en
algo debemos demostrar con hechos nuestra intención. Si le prometemos algo;
como por ejemplo encenderle una vela devocional en su altar durante un mes,
bueno más vale que lo hagamos y que no nos salteemos ningún día a menos desde
ya que surga algo que amerite la interrupción pero si incumplimos la promesa
por que nos olvidamos o por que decidimos que ya no tenemos tiempo para seguir
prendiendo velas, pues bien de alguna manera Ella demostrará su decepción. Hekate
no castiga pero si disciplina.
Por otra parte, Hekate nos guía a través de las encrucijadas
de la vida y porta las llaves de diversos misterios, incluídos nosotros mismos.
En este sentido a veces hay que ir despacio. Cuando queremos respuestas, Hekate
las da incluso aquellas que no queremos escuchar. Cada uno de nosotros tenemos
nuestros fantasmas en el closet, asuntos pendientes, recuerdos bloqueados y
aspectos de nosotros que no queremos ver o que no sabemos como lidiar con
ellos. Hekate nos ayuda a transitar por estos caminos y a confrontar nuestra
propia oscuridad. Es por eso que aquí recomiendo ir despacio. Hekate nos
muestra y nos acompaña en las transiciones y en las muertes simbólicas que
atravesamos a lo largo de nuestra vida pero este puede ser un proceso doloroso
aunque necesario. Por eso, si somos conscientes de que albergamos muchas
cuestiones de difícil tratamiento o si reconocemos que tenemos muchos recuerdos
dolorosos, pidamos a Hekate transitar paulatinamente el camino. Muchas personas
entre las que me incluyo, terminan recurriendo a un profesional para tratar las
cuestiones que Hekate nos muestra de nosotros mismos. En este sentido, Ella
actúa como un catalizador para que emprendamos el camino de una sanación y
superación profundas. A veces una cuota se sufrimiento es necesario para el
cambio que necesitamos hacer. Hekate abre las puertas y a veces del otro lado
hay un espejo que nos muestra la totalidad, incluído aquello que no queremos
ver y que preferimos ignorar. En este sentido, Ella nos guía y acompaña incluso
con una actitud maternal pero dependiendo de la situación personal de cada uno,
el tránsito por las encrucijadas de la vida puede demandar la búsqueda de ayuda
profesional.
Por último, quiero enfatizar la relación quid pro
quo. Hekate da pero espera algo a cambio y principalmente espera el
cumplimiento de aquello que se le promete. Como dije antes, esto es así con la
mayoría de las Deidades. Es preciso entender que los Dioses no están solo para
asistirnos cuando los necesitamos y luego olvidarnos de Ellos. Hay que entender
que la relación con una Deidad es bastante parecida a una amistad. Con el
tiempo y el trabajo compartido se va generando un vínculo de confianza y de
afecto que propicia una relación de colaboración mutua. Así como sería
entendible que un amigo al que no nos molestamos en visitar nunca o que rara
vez mantenemos contacto nos niegue un favor, lo mismo pasa con una Deidad a la
que sólo recurrimos para pedirle soluciones y a la que no le mostramos nuestro
agradecimiento o que no le debemos el respeto que se merece. En este sentido
Hekate es muy directa: asiste a aquellos que le dedican su atención y es
indiferente con quienes la ignoran.
Carolina Amnell
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