domingo, 10 de agosto de 2014

Como aproximarse a Hekate



En realidad puede decirse que hay dos formas de ponerse en contacto con Hekate: o bien uno decide contactarla o Ella se hace presente en nuestra vida por su propia cuenta (en mi caso, fue lo segundo). Puede aparecer en un momento particular para prestar su guía y acompañamiento o bien puede decidir establecer una relación de patronazgo con una persona.

La persona interesada en trabajar con Hekate debe tener en cuenta ciertos aspectos, a saber:
Hekate no es una Diosa a la cual se pueda tomar a la ligera. En realidad, ninguna Deidad debe ser tratada de esta manera pero en el caso de Hekate, bueno, Ella no duda en mostrar su descontento de diversas maneras.

Antes de contactar voluntariamente a Hekate, primero es recomendable conocerla a traves de la investigación y lectura. Para relacionarse con Ella, hay que saber como hacerlo: que ofrendas son de su agrado, conocer sus correspondencias, etc. No es una Deidad que aprecie la improvisación y puede sentirse disgustada ante la ignorancia voluntaria (“ignorancia voluntaria” es el término que utilizo para referirme a la falta de conocimiento por ausencia de esfuerzo, es decir, por no tomarse la molestia de investigar o leer lo que está a disposición del interesado).

Hay dos cuestiones a tener en cuenta en a la hora de trabajar con Hekate: por un lado se requiere un alto grado de compromiso y por otro, hay que ir despacio a veces.

Hekate es una Diosa capaz de transformar nuestra vida de formas que ni siquiera imaginamos y es una compañera, maestra y protectora por excelencia. Una vez establecido el vínculo con Ella, lo más posible es que sea una relación para toda la vida. Pero hay que tener en cuenta que Hekate aspira a la excelencia y puede formularnos diversas demandas. Dentro de las demandas habituales (esto parte de mi experiencia y de la de otros) se hayan la construcción de un altar exclusivo para Ella, un perfil de estudiante y practicante serio, observancia de sus celebraciones y ofrendas regulares, disciplina en la vida mágica y diaria, fuerza de voluntad (lo que puede incluir dominar y dejar  alguna forma de adicción que se tenga; por ejemplo en mi caso me impuso dejar de fumar algo que era realmente difícil para mí para demostrar hasta que punto estaba yo dispuesta a esforzarme y testear mi nivel de compromiso), observar algún día de ayuno, etc. Muchas personas reportan que Hekate les ha encomendado obras artísticas en su honor como pinturas, canciones, poesía, libros o sitios web dedicados a la difusión de sus misterios (de hecho este sitio obedece a una de sus peticiones). Entiendase lo siguiente: Hekate bendicie y protege a los que considera merecedores de su atención y a cambio pide ofrendas de diverso tipo, entre ellas que se le dedique tiempo y energía y que demostremos que realmente queremos lo que pedimos a través de nuestra voluntad. Jamás Hekate pide algo inmoral, no ético ni que nos ponga en riesgo físico o emocional, tampoco demanda cosas imposibles. Es decir, si realmente queremos que nos asista en algo debemos demostrar con hechos nuestra intención. Si le prometemos algo; como por ejemplo encenderle una vela devocional en su altar durante un mes, bueno más vale que lo hagamos y que no nos salteemos ningún día a menos desde ya que surga algo que amerite la interrupción pero si incumplimos la promesa por que nos olvidamos o por que decidimos que ya no tenemos tiempo para seguir prendiendo velas, pues bien de alguna manera Ella demostrará su decepción. Hekate no castiga pero si disciplina.

Por otra parte, Hekate nos guía a través de las encrucijadas de la vida y porta las llaves de diversos misterios, incluídos nosotros mismos. En este sentido a veces hay que ir despacio. Cuando queremos respuestas, Hekate las da incluso aquellas que no queremos escuchar. Cada uno de nosotros tenemos nuestros fantasmas en el closet, asuntos pendientes, recuerdos bloqueados y aspectos de nosotros que no queremos ver o que no sabemos como lidiar con ellos. Hekate nos ayuda a transitar por estos caminos y a confrontar nuestra propia oscuridad. Es por eso que aquí recomiendo ir despacio. Hekate nos muestra y nos acompaña en las transiciones y en las muertes simbólicas que atravesamos a lo largo de nuestra vida pero este puede ser un proceso doloroso aunque necesario. Por eso, si somos conscientes de que albergamos muchas cuestiones de difícil tratamiento o si reconocemos que tenemos muchos recuerdos dolorosos, pidamos a Hekate transitar paulatinamente el camino. Muchas personas entre las que me incluyo, terminan recurriendo a un profesional para tratar las cuestiones que Hekate nos muestra de nosotros mismos. En este sentido, Ella actúa como un catalizador para que emprendamos el camino de una sanación y superación profundas. A veces una cuota se sufrimiento es necesario para el cambio que necesitamos hacer. Hekate abre las puertas y a veces del otro lado hay un espejo que nos muestra la totalidad, incluído aquello que no queremos ver y que preferimos ignorar. En este sentido, Ella nos guía y acompaña incluso con una actitud maternal pero dependiendo de la situación personal de cada uno, el tránsito por las encrucijadas de la vida puede demandar la búsqueda de ayuda profesional. 

Por último, quiero enfatizar la relación quid pro quo. Hekate da pero espera algo a cambio y principalmente espera el cumplimiento de aquello que se le promete. Como dije antes, esto es así con la mayoría de las Deidades. Es preciso entender que los Dioses no están solo para asistirnos cuando los necesitamos y luego olvidarnos de Ellos. Hay que entender que la relación con una Deidad es bastante parecida a una amistad. Con el tiempo y el trabajo compartido se va generando un vínculo de confianza y de afecto que propicia una relación de colaboración mutua. Así como sería entendible que un amigo al que no nos molestamos en visitar nunca o que rara vez mantenemos contacto nos niegue un favor, lo mismo pasa con una Deidad a la que sólo recurrimos para pedirle soluciones y a la que no le mostramos nuestro agradecimiento o que no le debemos el respeto que se merece. En este sentido Hekate es muy directa: asiste a aquellos que le dedican su atención y es indiferente con quienes la ignoran.

Carolina Amnell

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